El Gobierno de Cantabria, a través de la empresa pública MARE, ha puesto en marcha un programa piloto en la cuenca del Besaya para la implantación del quinto contenedor o contenedor marrón, el destinado a biorresiduos o residuos orgánicos, que representan alrededor del 40% de los residuos totales generados en España.
El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, han asistido hoy en Bárcena de Pie de Concha al arranque de esta iniciativa, que tendrá un año de duración y se desarrollará en 11 municipios, con una población cercana a los 41.500 habitantes y cerca de 12.000 hogares.
Revilla ha explicado que esta experiencia «cierra completamente el circuito del reciclaje para convertir aquello que no sirve en otros productos». «Reciclar es el futuro y supone volver al circuito de la naturaleza lo que no tiene por qué contribuir a deteriorarla», ha destacado el presidente.
A su juicio, las políticas de reciclaje suponen «una revolución, en la que Cantabria es pionera», al igual que lo es en la apuesta por dotar a los núcleos rurales de los mismos servicios y oportunidades que las zonas urbanas para combatir la despoblación, aprovechando además que la pandemia ha demostrado que en los pueblos «se vive mejor». El jefe del Ejecutivo ha hecho especial hincapié en la necesidad de impulsar actuaciones para proteger la conservación del medio ambiente y legar a las generaciones futuras «un planeta habitable».
Por su parte, Blanco ha destacado la relevancia de la puesta en marcha del quinto contenedor para el medio ambiente de Cantabria, ya que, más allá de las obligaciones con Europa que señalan diciembre de 2023 como la fecha en que sólo un 10 % de los residuos vaya a los vertederos, supone el cumplimiento de uno los retos de la legislatura en 11 municipios de la cuenca del Besaya y del Pas de diferentes tamaños y tipología.
El consejero ha dicho que es un día «ilusionante», en el que Cantabria demuestra que es «puntera» en reciclaje, con unos datos de los que puede «sacar pecho». El presidente y el consejero han estado acompañados en el acto por el alcalde de Bárcena de Pie de Concha, Agustín Mantecón; el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio; el director de MARE, José María Díaz; el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro, y alcaldes de los diferentes ayuntamientos de la comarca.
Tras el descubrimiento de la lona promocional de la recogida de residuos orgánicos en el balcón de la Casa Consistorial, las autoridades han presenciado una demostración sobre el uso del contenedor marrón. El alcalde ha agradecido la elección de Bárcena de Pie de Concha como uno de los municipios protagonistas del programa piloto y ha recalcado la importancia de concienciar a los vecinos sobre el reciclaje.
LA CAMPAÑA
La introducción del quinto contenedor o contendor marrón es uno de los grandes retos medioambientales de la presente legislatura para, de la mano de los ayuntamientos, situar a Cantabria al nivel de otras comunidades españolas que ya han puesto en marcha este modelo de gestión de residuos orgánicos y avanzar en el cumplimiento de la normativa europea, que obliga a mejorar las tasas de reciclaje y reducir los desechos que van a parar al vertedero.
El Gobierno ha elegido la cuenca del Besaya como base de pruebas por ser representativa de los diferentes tipos de municipios de Cantabria (rurales, intermedios y urbanos) y, con los resultados que se obtengan de esta experiencia, comenzará el despliegue del quinto contenedor en el conjunto de la Comunidad Autónoma.
A lo largo del mes de enero, dentro de las acciones diseñadas por MARE, se hará llegar a los hogares de los once ayuntamientos un cubo doméstico y bolsas compostables para facilitar el reciclado. El proyecto contempla, asimismo, mejoras en la gestión de los residuos municipales, no supone ningún coste alguno para los ayuntamientos participantes y va acompañado de una campaña de sensibilización, bajo el título ‘Que no te resbale’.
En el contenedor marrón se deben depositar solo los biorresiduos domésticos: restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, tapones de corcho (sin añadidos de plástico u otros materiales), cerillas y serrín, papel de cocina sucio, servilletas de papel usadas y pequeños restos de poda y jardinería.
El depósito de los residuos en el contenedor marrón se debe realizar en una bolsa compostable para garantizar la higiene y es importante no depositar residuos impropios (plásticos, botellas, envases ligeros, cartón) para no dificultar su tratamiento y reciclaje posterior.
Uno de los principales beneficios de la separación de residuos en Cantabria es el cambio hacia un sistema de economía circular en el que no se generan desechos, sino nuevos recursos aprovechables en lugar de residuos que terminen en el vertedero. Además, la utilización de estos contenedores permitirá reducir la cantidad de materia orgánica que llega al vertedero, un ahorro en costes del servicio, la reducción de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, evitar la contaminación de suelos, cauces y acuíferos, y facilitar la producción energía renovable, entre otras ventajas.
Los contenedores marrones convivirán con los verdes durante unos meses, hasta que estos últimos vayan desapareciendo progresivamente.
Fuente: El Diario de Cantabria