La planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB) del complejo de Zubieta, donde se construye también la incineradora de residuos, empezó a recibir basura el pasado día 25 de abril para iniciar la fase de pruebas y comenzar a funcionar con plena operatividad el próximo 3 de julio, tres meses antes de lo establecido. La asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) aprobó este martes, en una asamblea extraordinaria celebrada, esa propuesta de adelanto llevada por su presidente y diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio.
La propuesta aprobada es en sí una modificación del contrato de concesión de la primera fase del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa (CMG-1), necesaria para poder adelantar la entrada en servicio de la TMB tres meses antes de la fecha establecida en el 3 de octubre. El plan traería consigo un ahorro cercano a los 900.000 euros para las arcas forales, una vez desaparezca la necesidad de enviar parte de esos residuos a Bizkaia.
Según señala el informe presentado en la asamblea, con la puesta en operación anticipada en tres meses de la TMB, se podrán tratar en dicha planta 37.500 toneladas de residuos del contenedor gris más que las inicialmente previstas, esto es, un cuarto de las 150.000 toneladas de rechazo que se prevé que se generen en el territorio este curso.
Además, hay que tener en cuenta que con el paso por la TMB, los residuos reducen un 30% su tamaño, de forma que si las cantidades terminan cuadrando, la fracción resultante de ese tratamiento tendría como único destino el vertedero de Mutiloa, que tiene capacidad para acoger 117.600 toneladas de basura en 2019.
Así las cosas, con el nuevo planteamiento se tratará de reducir el coste del transporte al vertedero de Mutiloa en un 30%, se alargará la vida útil de dicha instalación y se evitará el coste del vertido y la contaminación ambiental de tener que ir a verter a Bizkaia. El convenio firmado entre el ente foral guipuzcoano y la Diputación de Bizkaia permitiría enviar entre 25.000 y 60.000 toneladas de residuo a la incineradora de Zabalgarbi este curso, lo que supondría -calculando solo el envío mínimo- un gasto de 3.787.000 euros. El informe sostiene que el coste del tratamiento de esos residuos en Mutiloa y la puesta en marcha anticipada de la TMB supondrán un gasto de 2,9 millones de euros. De ahí que esta actualización reportará a GHK un ahorro de 889.761 euros.
Asensio subrayó este martes que la puesta en marcha de la TMB «es una gran noticia para los guipuzcoanos», ya que supone «el fin de esta pesadilla y recuperar por fin la gestión de residuos de forma autónoma en Gipuzkoa». «Además, conlleva también una mejora medioambiental significativa, un aumento de la tasa de reciclaje y un relevante ahorro económico», añadió.