Según un estudio de la consultora Expense Reduction Analysts (ERA), basado en el análisis de más de 50 compañías de España, Alemania, Bélgica, Dinamarca y Francia, el 94% de las empresas que realizan una buena gestión en el tratamiento de los residuos y apuestan por la sostenibilidad medioambiental consigue ahorrar costes y reducir los gastos de gestión. El ahorro medio anual se situaría en torno al 35%, según este informe. Además, un 6% de las empresas logra revertir el coste para convertirlo en un ingreso a través de la valorización.
A pesar de que las compañías han mejorado su política de RSC y la política del residuo cero está más implantada, uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan es la poca disponibilidad de plantas de reciclaje y el alto coste de ciertos procesos de transformación de los residuos. Por ello, en muchas ocasiones el recurso fácil es enviar los desechos a los vertederos, pues resulta más barato tirar y comprar el producto nuevo que valorizarlo.
Para fomentar la sostenibilidad medioambiental, Mª José Balaguer, experta en gestión de residuos de ERA, considera que «la Administración debería incentivar la creación de plantas de reciclaje, la instalación de equipos para la reutilización y valorización dentro de las empresas y conceder ayudas a los gestores de residuos para que ofrezcan tratamientos a precios más económicos».
Balaguer asegura que actualmente hay multitud de salidas para dar una segunda vida a los residuos, pues muchos pueden servir como materia prima para diversas industrias -lo que se conoce como simbiosis industrial-, pueden utilizarse como combustible o, en el caso de los residuos orgánicos, pueden utilizarse para producir fertilizantes, para regeneración de suelos o también para generar energía a través de biogás.
AUTOGESTIÓN DE LOS RESIDUOS
Con el objetivo de promover la economía circular, muchas empresas están basando su estrategia en la autogestión de sus residuos. Las empresas industriales están haciendo un esfuerzo por generar menos desechos, segregarlos de forma eficiente y buscar alternativas de tratamiento más sostenibles. Además, cada vez son más las organizaciones que apuestan por instalar equipos que permiten tratar los desechos dentro de la compañía para reconvertirlos en materia prima o para generar energía y reutilizarlos en el propio proceso, como es el caso de disolventes o fangos de las depuradoras. Sin embargo, estos equipos suelen ser costosos y las pequeñas empresas habitualmente no pueden asumir su compra.
Por ello, la consultora de Expense Reduction Analysts propone una alternativa, que pasa por «crear una red de reciclaje y reutilización en la que los gestores de residuos que realizan esta transformación tuviesen más visibilidad, y fuesen un agente con más protagonismo para reintegrar los productos de nuevo en el proceso productivo de las empresas o venderlos a otras».
Igualmente, Mª José Balaguer apuesta porque las administraciones desarrollen políticas que promuevan «la valorización de los residuos a través de ayudas fiscales«.
Fuente: Residuos Profesional