Desde nuestra ONG Rethinking, Observatorio de Residuos, consideramos que el Real Decreto de envases y residuos de envases debe constituir una palanca sobre la que se fundamente el cambio de modelo necesario en la gestión de residuos de envases, si realmente se pretenden alcanzar los objetivos de prevención y reciclado marcados por las Directivas europeas.
Como norma legislativa, entendemos que el Real Decreto regula la relación público-privada, esencial para la buena gestión de este flujo de residuos, delimitando competencias y responsabilidades entre las administraciones públicas y las empresas responsables de poner en el mercado los envases.
Las alegaciones que hemos presentado al MITECO pretenden aportar mejoras en aquellos aspectos que consideramos fundamentales dentro de la norma, entre los que destacamos los siguientes:
- Objetivos de reciclado: A pesar de llevar vigente más de 24 años la actual Ley de envases y residuos de envases, España sigue manteniendo unos niveles muy bajos de recogida separada y reciclado. Para poder alcanzar los objetivos marcados por las Directivas europeas se necesitan redoblar los esfuerzos desde el principio, por lo que no es comprensible mantener hasta el 2026 unos objetivos de reciclado que se tenían que haber alcanzado en 2008. En este punto proponemos implantar objetivos intermedios de reciclado a partir del año 2022, que sirvan de puente para garantizar los objetivos en los hitos 2025 y 2030.
- Responsabilidad ampliada del productor: La responsabilidad ampliada del productor sobre los residuos de envases de su competencia debe ser total y no parcial, como actualmente se recoge en el RD. Los residuos de envases son el producto de una actividad económica lucrativa llevada a cabo por productores, envasadores y distribuidores de productos envasados. Por consiguiente la responsabilidad de la financiación de la gestión de los residuos debe recaer íntegramente en ellos. Es la forma más eficiente de aplicar el principio de quien contamina paga, al trasladar al consumidor los costes de la gestión de los envases. Trasladar gran parte de los costes a las administraciones públicas, como viene siendo en la actualidad, no solo encarece los servicios de recogida de las entidades locales (1.700 millones de euros anuales según un estudio de nuestra ONG junto a Greenpeace), sino que provocan efectos de dumping comercial de las empresas más contaminantes respecto a aquellas que realizan mayores esfuerzos en reducir sus envases.
- Modelos alternativos de recogida separada: El RD de envases no debe impedir el desarrollo de modelos de gestión que han demostrado en el pasado unos resultados excelentes en la recogida separada y recuperación de residuos de envases en comparación con el modelo estándar para la recogida del envases ligeros, como es el caso del modelo húmedo-seco. Las entidades públicas con competencias en la gestión de los residuos de envases necesitan disponer de opciones que les ayuden a mejorar ratios de recogida y recuperación.
- Transparencia en la información a los ciudadanos: Es necesario mejorar la transparencia con la que se consiga recuperar la confianza de los ciudadanos y con ello su indispensable colaboración en la recogida separada. Existe un estancamiento en niveles muy bajos de recogida separada, fruto principalmente del desapego de la ciudadanía hacia la gestión de residuos. Ello es debido en partes a la desconfianza en el sistema de gestión. Los cambios de hábitos necesarios en los consumidores y usuarios del servicio de recogida sólo podrán lograrse con ayuda de un incremento en la transparencia e información que les llegue.
El documento de alegaciones se puede consultar aquí