El Parlamento gallego aprobó el pasado martes 9 de febrero a Ley de residuos y suelos contaminados de Galicia, que sustituye y moderniza el marco normativo vigente en los últimos 12 años con el reto de preparar a la comunidad para responder a los cambios que se han producido en este período con relación a la forma de consumir, a la generación de residuos y a las prioridades y necesidades desde el punto de vista de su gestión.
Se trata del tercer texto legislativo impulsado por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda que sale adelante en la actual legislatura, un hito que quiso subrayar la conselleira Ángeles Vázquez en declaraciones al finalizar el debate de aprobación.
Con respecto al objetivo del nuevo marco normativo, la responsable autonómica subrayó que será una herramienta eficaz para garantizar que Galicia se adapte a las exigencias de futuro en esta materia y camine con paso decidido hacia la economía circular, que sustituya y destierre el modelo tradicional de extraer, usar y tirar. Además, recordó que una vez ratificada por el Parlamento, la Ley de residuos y suelos contaminados permite a la comunidad adelantarse al Gobierno del Estado a la hora de dotarse de un marco normativo moderno, eficaz y adaptado a la normativa comunitaria en relación la esta materia.
Así, incidió en que con esta norma Galicia cierra el “círculo” de las herramientas jurídicas y normativas necesarias para consolidar su posición a la cabeza de Europa con relación a la sostenibilidad y a la gestión de los residuos, recordando los otros pasos clave dados por la Xunta en 2019 con la aprobación de la Estrategia de Cambio Climático y Energía 2050 y de la Estrategia Gallega de Economía Circular 2020-2030.
En este sentido, la norma aprobada hoy permitirá incidir en todas las fases de la cadena de residuos, empezando por la prevención y la reutilización, para lo cual integra el contenido de la directiva comunitaria en materia de plásticos, fijando mecanismos eficaces para luchar contra el plástico de un solo uso y contra el desperdicio alimentario, entre otros aspectos.
Estos son, precisamente, dos de los objetivos concretos más importantes de la normativa. Así, la gestión de los biorresiduos será uno de los pilares básicos en torno a los que la Ley gallega buscará la colaboración y coordinación con los ayuntamientos, como administración responsable directa de la gestión de los residuos domésticos.
De hecho, los municipios deberán instaurar la recogida separada a finales de 2023, motivo por lo que la Xunta reservó ya 25 millones de euros en sus presupuestos de este año a la construcción de tres nuevas plantas de biorresiduos en Galicia –recientemente se licitó el proyecto básico para construir las dos primeras en Vilanova de Arousa y Cervo-, que se sumarán a la que ya está operativa actualmente en Cerceda.
En cuanto a la reducción del consumo de plásticos de un solo uso, con la entrada en vigor de la norma se prohibirá la venta de vajillas de plástico o no reutilizables. Con esta idea entronca también la lucha contra el desperdicio alimentario, que se plasma en la ley en dos medidas fundamentales: obligar a los titulares de los establecimientos de restauración a entregar (si el cliente así lo solicita) las fracciones sobrantes que no consuma en el local, y que lo hagan en recipientes compuestos en un 50% de material biodegradable, nunca de plástico.
Asimismo, a texto normativo aprobado hoy fija objetivos claros en la gestión de los residuos, estableciendo que en 2025 deberá reciclarse el 55% del peso actual o apostando por reducir al mínimo el volumen de residuos que se envía a escombrera. En este sentido, sienta las bases para cumplir con el reto a nivel comunitario de que las plantas de tratamiento de residuos consigan en 2035 lo llamado vertido técnico 0 (es decir, que solo el 10% de la cantidad total generada se deposite en escombreras), un objetivo que Sogama está ya a punto de conseguir, con 14 años de adelanto respecto de la previsión de la UE.
Por último, la otra pata sobre la que se asienta la nueva ley es la gestión de los suelos, un apartado en el que hace una apuesta decida por la prevención de su contaminación, incluyendo también la creación de un registro de suelos y dotando a Galicia nueva tipificación de sanciones.
Fuente: Xunta de Galícia