Un nuevo informe de la AEMA alerta de que para reducir a la mitad los residuos municipales que no se reciclan en 2030 no es suficiente solo con recicla. Para alcanzar este objetivo es necesario disminuir un tercio la generación de basura.
El plan de acción de economía circular de la Unión Europea (UE) pretende reducir a la mitad la cantidad de residuos municipales que no se reciclan en la UE para 2030. Según un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), para alcanzar este objetivo es necesario reducir la generación de residuos y aumentar considerablemente el reciclaje, posiblemente incluso más allá del objetivo vinculante del 60%.
El informe de la AEMA, titulado «Alcanzar el objetivo de 2030 en materia de residuos municipales residuales – por qué el reciclaje no es suficiente», analiza las tendencias recientes de los residuos municipales en la UE a la luz de la consecución de dos objetivos clave en materia de residuos: la obligación de cada Estado miembro de la UE de reciclar al menos el 60% de los residuos municipales para 2030, y el objetivo a nivel de la UE de reducir a la mitad los residuos no reciclables que se vierten o incineran para 2030.
Sin embargo, la cantidad de residuos urbanos no reciclables se ha mantenido relativamente estable en la UE durante los últimos 5 años, en torno a los 113 millones de toneladas, ya que las tasas de reciclaje y la cantidad de residuos generados han aumentado aproximadamente al mismo ritmo. En 2020, se reciclaron alrededor del 48% de los residuos municipales de la UE.
Si se siguen generando más residuos municipales, la UE tendría que reciclar alrededor del 72% de ellos para cumplir el objetivo de reducir a la mitad la cantidad de residuos urbanos no reciclados para 2030. Según el análisis de la AEMA, el objetivo podría alcanzarse reduciendo la cantidad de residuos generados en alrededor de un tercio y logrando una tasa de reciclaje del 60% en todos los Estados miembros de la UE.
Alcanzar la tasa de reciclaje del 72% requeriría una mejora significativa de los sistemas de recogida de residuos y de las infraestructuras de reciclaje, así como un rediseño generalizado de los productos de consumo para facilitar su reciclaje, señala el informe de la AEMA. Sin embargo, la prevención de la generación de residuos en primer lugar aportaría los mayores beneficios para el medio ambiente. Para ello sería necesario, por ejemplo, aumentar la vida útil de los bienes de consumo y garantizar un fuerte apoyo a la reutilización de los productos.
En el marco del Pacto Verde europeo y del plan de acción para la economía circular, la Comisión Europea ha presentado recientemente un paquete de propuestas para que los bienes del mercado de la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, circulares y eficientes desde el punto de vista energético, así como una nueva estrategia para que los productos textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables.
Fuente: Residuos Profesional