LORENA FARRÀS PÉREZ
“Los recursos materiales y energéticos van a ser cada vez más escasos y caros”, advierte Pilar Chiva, directora del Área de Economía Circular de la Agència de Residus de Catalunya . Una circunstancia que ya está pasando factura a la economía, con la empresa siderúrgica vasca Sidenor obligada a parar la producción por los elevados precios de la electricidad y el gas y con la industria automovilística en vilo por la escasez de chips. El problema de fondo: consumimos recursos finitos como si fueran infinitos.
La economía circular, aquella en la que se minimiza la extracción de nuevos recursos y se apuesta por la reutilización y el reciclaje de los recursos ya en circulación, saca pecho ante el actual contexto mundial de precios energéticos al alza y de problemas de abastecimiento. “Es una oportunidad de mejora por la mayor eficiencia en el uso de materiales”, señala José Luis Haro, responsable de programas de Economías Locales Emergentes de la Agencia de Desarrollo Económico del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Es decir, los países y empresas que mejoran sus procesos para producir los mismo o incluso más con menos o bien que logran introducir en sus procesos productivos residuos o subproductos en substitución de nuevas materias primas son más competitivos, a priori.
Chiva y Haro hicieron estas afirmaciones en el marco de una de las jornadas de la Barcelona New Economy Week, organizada por el Consorci de la Zona Franca Barcelona. En la sesión en la que participaron, titulada “Residuo cero, ¿utopía o realidad?”, el experto de la AMB añadió que además de aportar más competitividad, el camino hacia una economía circular está lleno de nuevas oportunidades de negocio. Es el caso de Jeanologia, un fabricante de tecnología que se ha propuesto la eliminación del 100% de los residuos generados en la confección de las prendas tejanas, minimizando además el uso de agua y químicos.
Más competitividad, nuevas oportunidades de negocio y ¡más ocupación! Pilar Chiva añade que se trata de un modelo “más intensivo en el uso de mano de obra”. Se estima que la expansión de la economía circular podría crear tres millones de empleos para el año 2030 en los países de la Unión Europea. Unos puestos de trabajo que son, además, locales, en lugar de países terceros.
El margen de mejora hacia una economía más circular es amplio. En concreto, del 56,3%, que es el porcentaje de residuos urbanos que acaban en un vertedero, lo que sitúa España a la cola de la Unión Europea. El Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados en el que trabaja el Gobierno central y que traslada a la legislación española una directiva europea, es un paso adelante hacia la consecución de una economía más circular. Sin embargo, entidades ecologistas como Greenpeace denuncian que llega tarde y que se queda corta, al dar demasiado protagonismo al reciclaje en detrimientos de la reparación, la reutilización y la recuperación.
Algunas compañías ya se han puesto manos a la obra. Según el proyecto Economía Circular. Acelerando la transición a la economía circular en España, el 55% de las empresas ya están involucradas en la economía circular, el 38% tiene objetivos y mecanismos de gobierno para llevarla a cabo y el 15%, además, tiene un comité específico para implementarla. El trabajo, impulsado por Funseam y realizado en colaboración con representantes académicos de varias universidades y más de 100 empresas, identifica diversos modelos de negocio circulares, tales como productos hechos a base de residuos o subproductos, la extensión de la vida útil de los activos y productos, las plataformas de uso compartido o productos vendidos como servicio por subscripción o bajo servitización . Los resultados del proyecto fueron presentados en el marco de una jornada organizada por la Fundación Repsol y Funseam.
Reducir el consumo un 30%
Para el año 2030, la estrategia española de economía circular tiene como objetivo reducir en un 30% el consumo interior de materiales en relación con el PIB, tomando como año de referencia el 2010. Es por el bien de la economía, pero también del medio natural: más del 90% de la pérdida de biodiversidad se debe a la extracción y el procesamiento de recursos naturales.